Desaparecí por Ti

El día que desaparecí, cerré los ojos.
No hubo lágrimas en mi mirada,
Ni llantos en el corazón fáciles de ver…
En aquel momento me derrumbé,
Pero, nadie lo sintió. Nadie lo escuchó.

Aquellos instantes de dolor no eran nada,
Más sufrí estando lejos de ti,
Era imposible soportarlo otro día más.
El amanecer, el atardecer… Sin dormir
Todo era demasiado, debía romper con todo.

Aquí no tenía nada, y tú estabas allí.
Desaparecí para encontrarte, para protegerte,
Sabía que estabas mal, y lejos no ayudaría.
Quería, necesitaba, ser tu aliento, tu fuerza.
Ser para ti, lo que tú eres para mí:
Esa razón por la que luchar.

Me acerqué a la orilla de ese mar que nos separa;
La razón, se rió de mí, quiso hacerme dudar…
Pero, mi corazón, es fiel. He de llegar hasta dónde estés.
Seré tu alimento, seré tu abrigo, seré tuyo,
Sin pedir nada a cambio, sólo una sonrisa, una leve sonrisa…

En ese momento, con tu sonrisa en mi imaginación
Cómo el motor de mi vida,
Cumpliendo con mí sino, con mi alma
Me lancé a por ti en este mar a salvarte.

No podría aventurar el tiempo pasado;
Quizás días, meses, años o segundos…
Sólo sé que fue duro, pero un solo deseo: Llegar.

Desfallecido, la razón me abandonó
Las fuerzas se quedaban entre las frías gotas,
La imaginación exhausta dejó de mostrarme tu sonrisa.
No importaba, una orilla se dibujaba en el horizonte.
Con una sonrisa y no la de mi imaginación…

Había llegado, estabas allí, y yo junto a ti.